Siempre.

Me encanta mirarte y ver que siempre te estás riendo, que siempre sabes que decir y
hacer para que todo el mundo esté sonríendo.
Que me busques para darme un beso.
Que cuando estoy triste, estés encima mía hasta que no te lo digo.
Que a pesar de ser la más pesada de mundo, no te canses de mí.
Que pienses (o por lo menos eso me dices) que soy genial, preciosa y un montón de cosas bonitas, aunque sean mentira.
Que te llevas bien con todo el mundo porque eres demasiado genial como para tener enemigos.
Que lo veas todo por el lado positivo.
Que no te dejes llevar por los demás.
Que me mires fijamente a los ojos y no me bajes la mirada, hasta que lo hago yo.

Nueva forma de ver las cosas.

"No es que esté mal, sino que me doy cuenta y cada vez más de las cosas"
Y, ¿sabes qué? Paso, de todas y cada una de las personas que constituyen mi día a día. Decepción tras decepción, tristeza tras tristeza, y la que estés mal seas tú. Que a los demás les importe una mierda, que no tengan ni una pizca de conciencia, de remordimientos. Es alucinante, flipante, no tengo palabras. Desmotiva, y mucho.
Pero bueno, cada uno, sabrá lo que hace con su vida, y lo que está consiguiendo actuando conforme lo hace. Sólo voy a decir una cosa: a partir de ahora, se ha acabado eso de ser tan buena y de dar tantas oportunidades. No, ya no, esto se ha acabado. Haz tu vida, yo hago la mía, sino quieres formar parte de ella, es tu decisión, pero luego no intentes retroceder, no hay marchá atrás. Y esta vez, lo digo en serio.

Que me digas en un suspiro, "que niña más bonita"...

Fuiste el primero en decirme te quiero a través de una sonrisa. Lo admito, me pierdo en ella. En eso, y en tus ojos, preciosos como sólo son los tuyos que tienen una belleza diferente. Sí, diferente. No como la belleza que aparece en la tele ni en la revistas, sino la de verdad. La de carne y hueso, la de todos los días.

Llorar, a veces es lo mejor que puedes hacer.

Estás triste, y sólo tienes ganas de llorar. Se te ha acumulado todo. Piensas que todo es una mierda, que por qué vas a sonreír hoy. No hay motivo, ni mucho menos, ganas.
Y cuando peor estás...sonríes. Alguien ha conseguido que sonrías, no sabes cómo lo ha hecho, pero así es. Bueno, en realidad si lo sabes, es él quién lo ha conseguido. Ya ha quedado todo claro.