jueves, 11 de agosto de 2011

Solo tú.

Miras la hora, es demasiado tarde para llamar télefono. Te conectas, nadie apropiado con poder hablar. Reflexionas: ¿es que necesito a hablar con alguien? Sabes muy bien la respuesta, aunque no quieras reconocerlo. Te molesta, y mucho.
No debería, pero lo hace.

Vaya, parece que sientes más de lo que dices.

No hay comentarios:

Publicar un comentario